Canté victoria antes de tiempo.
El cielo castigó mi soberbia:
Mi cuerpo se sacude, el miedo lo posee,
tiemblo, transpiro sal, el corazón corre, mis piernas
no obedecen. Jadeo , respiro apenas.
Mi rostro es la mueca del pánico.
Me siento en la acera envuelta en tinieblas.
Recuerdo cuando las palomas rodeaban mi cabeza,
acompañaban mi paso con cantos dulces.
Hoy es la llaga rasgando mi piel en listones.
Son las aves de rapiña manchando mi cielo.
Contra ellas, hoy
mis armas son juguetes.
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