Luego de la masacre,
Vi con ojos de ver.
Sentí en carne propia
el dolor causado en la carne de mi carne.
Una herida grande , profunda cortando mi piel,
dañando mi alma con recuerdos pasados.
Un golpe seco asestado a mi cabeza.
Camino, deambulo mareada de tanto sangrar.
Bien merecido , Patricia, bien merecido.
Ni una queja más.
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