Encontré al Horror ayer noche.
Hueca su mirada.
Hablaba de silencios antiguos.
Las manos sin uñas.
Qué tristeza despedía su hedor.
Encontré al Horror ayer noche.
Hueca su mirada.
Hablaba con señas.
Las manos sin uñas.
Qué tristeza despedía su figura.
Me encogió el alma la soledad del Horror.
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