Debí hacerle caso a mi primo hace meses.
La cantidad de dinero que hubiera ahorrado y lo peor, comprobar que ser malagradecido es algo que se aprende en casa. Y es propio de quienes tienen clase, y tú , mi niño maldito , no naciste en un hogar de gente con educación, menos con clase. Nadie enseña lo que no tiene.
Esta es la última vez que escribiré sobre ti. Pues eres cobarde y le tienes terror al escándalo , a que se sepa que eres egoísta, inmaduro ,engreído y casi sicópata en tu afán de cubrir de mentiras una realidad que debe dolerte mucho.
María estaba muy molesta y triste. En todos los modos posibles explicó, amenazó hasta abrió su corazón. En vano, hasta la última frase que leí, insistía en tu capricho.
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