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sábado, 15 de marzo de 2014

Alicia amaneció triste. Sabía que las canciones que escuchaba, la herían aún más. Pero era quizás por esa misma  depresión de cambio de clima o estacional , propia de los bipolares, la que la volvían melancólica.
Pensaba en ese tipo,  al que por dignidad no debía ni nombrarlo en en sueños. Los recuerdos le  rasgaban hoy el alma.
El le solía romper la cara cada vez que ella no traía el dinero a tiempo.
Pero Alicia no debe olvidar que al principio, al menos ella, no conoció hombre más dulce.
Alguien que la hizo intensamente feliz.
Veían  dibujos animados . Esperaban la serie de Babar para  quedar hipnotizados y enternecerse con los elefantitos. No todo fue todo tan malo. Las fiestas de a dos , los fuegos artificiales desde el malecón . Nadie les hacía falta para vivir su amor.
Hasta que ella empezó  a ascender en su  carrera . 
Si Alicia  no trabajaba desde las 4: am hasta entrada la noche, no ganaba lo suficiente para cargar sobre su espalda los gastos de la casa.
El hombre  ése,  no era capaz de pagar al menos la luz o el agua, menos el teléfono.
Al contrario, la esperaba ansioso para arrancarle el dinero a golpes.
Y lo más común era que se produjera una demora en el pago, entonces , Alicia sufría la más encarnizada masacre.
La cabeza contra las lajas, el cuerpo apretado contra la pared para poder golpear el rostro. Gritaba adolorida hasta quedar desmayada.
Pero hoy ella  no quiere recordar esas heridas que se abren como rosas , los días fríos como hoy.
Ha  vencido , lo olvidó,  luego de tantas peripecias negativas que hicieron sufrir a su madre, a su hermana. Mientras ella se mataba trabajando, él tuvo  hijos, que al saberlo afectaron tanto su psiquis que la llevaron al intento de suicidio con la frialdad de aquella desesperanza asesina que mata las ilusiones, que cierra salidas, que decide no sufrir más pues ya ni lágrimas le quedaban.
. Felizmente, al día siguiente, luego de ingerir veneno para ratas, despertó sin mayores molestias, que un leve dolor de estómago.
Alicia se dedica a escribir en la actualidad, aún los días luzcan llorosos como este sábado.
Es uno de los tantos  sueños que logró a base de disciplina y esfuerzo, valores aprendidos en su hogar .
Tiene  al hombre más maravilloso, sensible y amoroso que una mujer puede desear y una nueva familia.
Alicia se sabe una sobreviviente pero también una privilegiada de la vida.
Por ello agradece a u Dios y bendice el nuevo camino que empezó con un reguero de sangre, y un cielo estrellado cada día.

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