¿ Será arribar al bosque y desatar una lluvia de violetas?
Lo dudo.
Nuestro amor es brutal como tú , el ser extraño que aguarda por mi cuerpo tibio,
cubierto tan solo por un abrigo.
Desgarrás aquello que impide a tus garras llegar a mi piel,
desollarás con dientes fier os mis pechos, la rosa humedecida.
No lloverán violetas ni azahares.
Se escucharán gruñidos , gemidos.
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