Contemplo el cuerpo en una foto.
De pronto , mi cuerpo despierta,
cobra vida propia.
Sienten las yemas de mis dedos,
cada pliegue, mis poros, la piel
que me envuelve,
y desea, con intensidad ,
llora sal,
desde lo profundo ,
de las entrañas mismas.
al hombre descomunal
y lo quiero poseer como una vacante
entre el follaje,
aullando de placer.
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