Mis manos, terminaciones nerviosas.
sensibles .
al palpar, sentir, acariciar,
en especial , explorar hacia
aquellos profundos hoyos húmedos,
que se esconden tras el pubis.
Aquellos hoyos,
guardan el secreto,
el sumo placer condensado
en una pequeña vulva.
A medida de mis caricias,
ésta cobra vida .
Es poderosa y su apetito voraz
Varios amantes han perecido
Temo que ahora ella me devore .
La siento crecer por el deseo insatisfecho
de aquél varón de espaldas anchurosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario