Despierto de una pesada languidez para protestar,
Levantar mi voz
aún débil pero furiosa .
Arrojo fuego por la boca ,
Grito desaforada.
En alaridos clamo :
Fuerza nueva para mi sangre,
salud para este cuerpo,
¿ Quién bebe de mis tuétanos
y los escupe al suelo?
A quien roba y me fatiga,
le robaré el sueño.
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