Bebo la brisa que expele tu boca.
Aquellos labios rumorosos y tibios, cuando
acaricio tu cuello sinuoso, y sedoso.
Entonces no entiendo las palabras ,
que murmuras,
más tu cuerpo ardiente dice con caricias
aquello que deseas y yo cumplo,
obediente y lentamente
para alimentar la hoguera del deseo.
Despiertas con una sonrisa , y sé que estás complacida
Yo huyo por la ventana antes que alguien me descubra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario