Arenal salado
anchuroso mar
desierto sin fin
Mis dedos juguetean , cosquillean la inmensidad de tu cuerpo.
Sin querer hallan el oasis al sur
entre las columnas que te sostienen.
Mis labios libran la lucha con los dedos
para beber de tu miel.
Un temblor remece la tierra.
Tu grito ensordece ,
libera.
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