¿Y si de pronto el corazón ,
que no es más,
volviera a palpitar insoportable,
apagando mi aliento nuevo?
Compraría un reloj fino,
unos tics tacs armoniosos.
Lo colocaría en mi pecho
Danzaría feliz,
celebrando con todo el cuerpo,
la victoria sobre el Horror.
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