Son tardes de llovizna ,
como éstas
cuando tu recuerdo
enciende las horas tristes.
Tu mirada de niño bueno,
eras tan dulce, muchacho
demolías razones con una sonrisa,
una palabra
lo explicabas todo
Imponías tu voluntad,
con caricias,
Era imposible, amor
Lo sabía .
Es mejor olvidar
la llovizna sobre mi cabellera,
tus dedos acariciando mi cuerpo tibio.
Era imposible , amor
Lo sabía
Son tardes de llovizna
cuando añoro
tu cuerpo tibio calentando el mío.
Era imposible , amor.
Siempre lo supe.
muchacho mío.
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