Los dedos corren , con con voluntad propia, escriben
invitan, agradecen, responden corteses., indagan.
Alas de ave remontando vuelo.
Locomotora arrasando nombres.
Revisa el ojo derecho, corrige el izquierdo.
El móvil obedece, avisa, confirma, cuenta,
al tacto .
Mis dedos y los ojos bailan en compás rítmico
como bailarines incansables.
El alma sueña, imagina, evoca
emocionada, gobierna la febril actividad.
En presente construye tiempos nuevos.
Es señal divina ,
mis días volverán a su intensidad
anhelada hasta la saciedad
en la opaca casita de cristal.
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