Grité desde mi nacimiento ,
verdaderos chillidos de cuervo
cada vez un fuego abrasaba mi cuerpo
alcé mi voz
Me bañaban en agua fría,
encerrada
en un cuarto oscuro
gritaba.
Gritaré cada vez que una injusticia me rebele.
Un amor parta mi cuerpo.
estrellas fugaces iluminen el cielo.
Gritaré cuando tenga ganas,
Relincharé como una yegua libre,
indómita, salvaje , de coces al suelo,
muy alto remontando el cielo.
Relincharé en dos patas
como la yegua blanca ,
que de tan blanca es azul ,
cuando quieren cercar su paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario