Reposas húmedo,
 los párpados entre cerrados
 recuerdas ,
 eras el dueño de las almas
los salarios mínimos , los horarios eternos
los destinos, las arenas
de cada una de tus propiedades.
No miraste nunca al cielo
las estrellas eran tan solo luces insignificantes.
No podías comprarlas , no valían 
El celeste era como el mar, sin precio
no valían nada.
Baja de las nubes, despierta.
Ahora eres un mortal cualquiera ,
Vives cómodo en tu holgura
modesta a tu parecer. 
Tus dolencias,
 las comparten los demás humanos,
aquellos a quienes tú despreciabas,
por quítame estas pajas.
Camina,
, respira el aire puro
Vive sin químicos
que adormecen tu conciencia
tus sentidos.
Vive por por lo más sagrado
antes que sea más tarde.