Escribo, húmeda
mi piel, terciopelo fino
grita caricias.
Despierto inquieta
los montes henchidos,
suspiro anhelos,
deseo ardiente
de un cuerpo en el mío.
Tu espalda ancha,
corre fugaz a mi lado.
Huelo tu sudor,
mi flor de carne,
se dilata, gime de dolor.
Muevo las caderas solo mirarte.
Cierro los ojos
me enredo entre tus piernas,
prendida de tu piel
gemimos juntos.
Sinfonía de gritos,
en una sucia esquina.
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