Burilabas mi cuerpo
con tus manos pequeñas ,
sabias alas de mariposa.
Lo recorrías,
dibujando cada accidente,
bebías de los arroyos ,
acariciabas lento
los montes ,
sus picos.
Respirabas mis poros .
La piel encendida , clamaba
Impaciente , húmeda,
gemía retorcida.
Subías a mi grupa firme .
Palmeabas sus redondeces.
Repasabas mi espalda fibrosa,
la cintura breve.
Cabalgabas , potro joven
hacia el infinito.
Tocábamos el cielo.
Moríamos juntos.
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