Nadie te dio vela en este entierro.
Eras ,y serás querido por siempre.
Date por servido.
Jamás evoco el pasado.
Es insano.
La pasión, el amor encendido
se apagó como una hoguera sin brazas
hace ya tanto,
que no recuerdo.
No pretendas retroceder a un pasado épico,
cuando la chica fina de san isidro
fugó con un actor de la victoria.
Te explico:
En aquella época , hasta el presente,
nadie gobernó mis decisiones.
( Quizás mis impulsos.)
Si salí de casa,
fue por propia voluntad.
Con coraje y el mundo por delante.,
La justicia social no habitaba mi casa.
Salí a a conocer la cruda realidad de mi país.
Tú fuiste mi guía amorosa, mi preceptor.
Mi libertad es sagrada.
Costó sangre, soledad y desprecio.
Aguanté con los dientes apretados,
Las miradas torvas, soporté.
Mi alma , la entrego por convicción.
En cada propósito,
bulle en mi cuerpo
la sangre ardiente
enciende mi mente, mi actividad febril
A manos abiertas ,
me consumo
por alcanzar el sueño.
Nadie te dio vela en este entierro
No sueñes más con cielos estrellados, por favor.
Al menos, conmigo, no.
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