Ordeno moverse a los dedos de mis pies. Avanzan lento. Prosigo por una senda sin rumbo en esta tierra. Aquí no aspiro a llegar a ningún sitio.
Poco a poco, mis músculos calientan y soy una gata, una leona. Doy brincos, salto largo como una tigresa. Yo aspiro a dar un respingo que me lleve fuera de este lugar, de estas vulgares situaciones cotidianas. De un salto fantástico quiero rozar el cielo, las estrellas.
No anhelo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario