Transcurren los días halando una carreta por las afueras de las fábricas con un vecino como compañero y un perro. flaco. La boca seca, el estómago vacío pero felices de ser dueños de nuestro destino. Pronto terminaremos la barraca, mi compañero dejará de reciclar y juntos iniciaremos un negocio aún secreto para todos.
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