Amo estos caminos perdidos que me conducen a rutas intrincadas y luego al mar.
Muchos vagones de trenes en desuso, cubierta de floresta pero con los asientos de cuero noble intactos . Una mano de Angel ha pasado por aquél paraje alejado de la ciudad y ha conservado la maquinaria, las obras de arte, que algún día adornaron las casas elegantes. Se podría contar muebles, maquinaria, juguetes,
Me admira el contraste entre el olvido y una tenaz lucha por no rendirse entre la soledad y el abandono. Un hermoso bosque preserva el lugar. Pronto lo cubrirá por completo.
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