Son tardes de domingo,
cuando recuerdo,
uno a uno
mis amores,
como cuentas
de un rosario de colores.
Los extraño
uno a uno,
los evoco,
los lloro , les sonrío,
río con ellos,
A algunos , los rojos, les prendo velas,
a otros, los entierro bajo tierra
humedecida de sal.
así no escapan ,
asaltan mi memoria,
descalabran mis días
A todos , los amo en silencio
Ninguno lo sabe.
No vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario