He de cavar tres tumbas
pequeñas, profundas,
impenetrables.
selladas.
en un paraje perdido.
Así nadie profanará
las almas heridas
de los más amados
Mi padre, mi abuela doliente.
Hincada en el barro, oraré
Mis lágrimas serán flores
Altas , coloridas , frescas.
Vivirán por siempre en la memoria
Nadie los dañará más.
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