Te espiaba ,muchacho hippie
de largo cabello claro.
Yo, escolar traviesa,
invasora del campus sagrado.
Bosquecito de Letras ,
santuario de poetas.
Aquellos jóvenes sagrados
hablaban de cambiar el mundo.
Escribían , leían , discutían.
Yo era la gordita aquella
a quien nunca miraste .
La invasora de uniforme escolar.
Nunca me atreví a hablar con los elegidos.
Me bastaba contemplar tus ademanes enérgicos.
Un día aciago no te vi más.
Buscaba tu nombre, los poemas en libros
antologías.
Te seguía los pasos por cada ciudad,
Pasó una eternidad.
Un continente-
Y esta tarde estás a mi lado,
libro en mano
en un recital.
Ambos leeremos poesía
en un parque zonal.
Me entregas tu libro con una sonrisa.
Agradecida por el hermoso regalo,
me atrevo a regalar el mío,
( quiero morir de pudor en el acto )
Vuelvo en setiembre,
me dices con una sonrisa
( te espero con ansias murmuro en silencio )
Una mueca y huyo
como aquella colegiala
en sus asaltos al santuario
No recuerdas nada.
Suspiro aliviada.
Cuento días , meses, horas
para tu arribo,
como cuando antes
como cuando hoy.
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