Corre veloz , poeta,
corre como aquellas vicuñas
antes de la aurora
al viento gélido de Pampas Galeras.
Recuerdas , mujer,
aquellos tiempos en Puquio,
en la Uni,
encabezabas las marchas
alzabas el puño,
para espanto de tu familia.
Eres y fuiste libre, audaz
valiente, combativa.
A una herida con punzón
envenenado,
tu mente estalló
como una granada de guerra.
Desde entonces,
la tormenta te devastó
te acunas asustada,
te pones en pie
Son tus pasos ,
como el trecho de una equilibrista de circo
sobre el hilo tensado de tu vida.
Tanteando, intentando dominar
tus propios demonios .
Los venciste mil veces.
Los demolerás hoy, mañana
cualquier madrugada o tarde
que ataquen sin aviso .
Lo sabes bien.
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