Esta tarde soleada oscurece mis ojos.
Soy inmune a la alegría , a un día sereno.
A mi amada aurora.
Bramo como una bestia por  una caricia, breve, fugaz, un beso tierno
con cariño, sin o con compromiso.
Clamo por un abrazo ,
que me recuerde que sigo viva , 
que me prometa no hacerme daño.
Que alguien me despierte , por favor  
destruya esta pesadilla,
atroz, inclemente, brutal .
Observo niños con armas apuntando a mi espalda.
Amigos, enemigos , unos y otros, todos a la vez. Una procesión de pecadores desgranando rosarios negros. 
Gritando improperios , dañando mis oídos con sus chillidos horribles.
Aparecen, desaparecen, asustan, se esconden,
huyen a mi paso. 
Reaparecen entre las cortinas, las mato como insectos y son culebras . Rodean mi cuello, afixian.
Lucho, y se reproducen.
Estoy sola. absoluta , plenamente sola.

Nada ilumina mi tarde soleada.
Nadie se acuerda.
Soy la mujer con un sol en el vientre.
Ni yo misma.