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viernes, 23 de mayo de 2014

No existe castigo demasiado duro 
que reprima a los abusivos.
Aquellos hombres gritan en vez de hablar, 
ordenan en vez de besar ,
reprimen salidas, paseos
la caricia de la  brisa en el rostro
Eres una mujer casada .
retumba el  teléfono , 
la casa, mi cabeza ,
el  cuerpo tenso,
siento el ahogo del pánico
invadiendo mi sangre.
Llamas luego a pedir perdón 
por tu extraña manera
de amar.

Yo nunca estuve en venta
No soy de tu propiedad
ni de la de nadie.
Soy una mujer con un sol
en el vientres 
Entiendes?
Lo dudo.





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