No mientas
. el eco de los cerros repite verdades,
el río rumoroso canta -
Fuiste tú ,
quien me hechizó con malas artes.
Yo acudí a mis primas del norte, poderosas hechiceras.
Aquellas mujeres nadan desnudas
en las lagunas mágicas.
Copulan con el mismo demonio.
Te metiste en camisa de once varas.
No insistas,
Tus palabras mueren como la yerba en verano.
Ni las ancianas de luto podrán maldecirme en cada bocanada de sus cigarros negros,
ni tú , con alguna prenda mía.
Se canceló el hechizo,
lo arrojé al mar
Soy libre de tus cargas oscuras.
A vivir sin miedos ni historias,
que no fueron sino pasiones malignas,
de tu cuerpo atado al mío,
o el mío al tuyo.
No importa más.
Pasó.
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