Vistas de página en total

lunes, 5 de mayo de 2014

Al alba , tu puñalada traspasó mi carne.
En el gimnasio sudaba sangre, 
por mis venas corrían ríos de sal. 
Ay niña , temo tu odio
esa mente estrecha,
tu ignorancia 
esa codicia criada en noches 
sin vestidos caros.

Eras mi paloma 
 madre de aquella
palomita amada
 que no veré más.

El peligro acecha 
la sangre de mi sangre
me entierra viva.
En cualquier momento,
siempre a traición.

No hay comentarios: