A Marinés,
Una amiga tengo yo,
como los dedos de mi mano,
nació a mi lado,
crecimos juntas como hermanas
Verdadera y entregada , febril en su labor.
Yo leo sus ojos,
Nuestras almas hablan al unísono
aún en la distancia
o el tiempo.
Ella es sabia , conoce de verdades
Es generosa, su tiempo, sus palmas abiertas.
Apaga mis incendios con su paz
Ella conoce de mis crisis, de mis heridas .
A la primera ola grande, cuando creo morir
ella me socorre con serenidad..
Luego marcha a su incesante quehacer.
Sin una palabra más.
Cómo devolver tanto cariño, tanta lealtad?
Con un poema mediocre que no llega a su altura
de amiga, de ser humano.
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