Era fines de un marzo inolvidable y el viento nos revolvía el pelo, la cara y la brisa marina me embriagó tanto que pensé que sí, que sería posible volver a ti luego de 20 años. Dejar todo atrás. No me culpen . Era tan feliz, tan libre en ese momento que no pensé jamás que unos meses , después trataría de herirme con frialdad y el alma llena de odio.
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