Cálido el cuerpo, te busqué mientras recorría el bosque.
Supe que me observabas desde lo alto de un árbol.
Tu olor a macho en celo inundaba el entorno.
A grandes voces te llamé ,
Crujieron las ramas,
apareciste tú, tal como te recordaba.
Salté hacia tu cintura, me envolví en ella.
Galopamos juntos felices y libres.
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