Existe algo en tu olor, que me incita, me envuelve, me seduce.
Pasas cerca mío, y mi cuerpo vibra , como cuando amaba .
No sé nada de ti, no conozco tu nombre, ni la ruta de tus pasos.
No pretendo abordarte, pero si pasas nuevamente tras mi nuca,
volverá la fiera , que vive en mi cuerpo , maestra de pasiones.
En vilo te llevaré a mi guarida, haré de tu cuerpo el templo de mi adoración.
Sé que no querrás regresar a tu vida rutinaria y gris,
ese ya no es problema mío.
Las fieras devoramos a su presa lentamente, la disfrutamos y cuando nos saciamos
echamos los huesos a los perros.
Así no quedan rastros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario