Libro una guerra contra las medicinas.
Sean psiquiátricas o contra el resfrío.
Ellas envenenan el caudal sanguíneo ,
adormecen la mente, intoxican el estómago,
y lo más grave, apagan el deseo.
No tomaré ni una píldora más.
Cerraré mi puerta a cal y canto.
Ningún sospechoso ingresará.
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