Abro los ojos y cada día estoy más cerca al abismo.
El alma desgarrada, a mi paso un reguero de sangre
El no sabe, ni entiende mi dolor.
Nunca le hablé de aquellos niños, que hoy no son más niños
y viven lejos .Ya no volverán más.
Esa es la razón, por la que diciembre es el mes más cruel.
Cierro mi puerta, intento dormir y no soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario