Enbebido mi cuerpo en partículas solares caminé hacia el mar
cada ola dulce , cálida invadía mis poros, y fui sol estallando furioso
en la mar, y fui mar añil besando la explosión solar.
Desde entonces soy aurora y ocaso en estas playas benditas del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario