Mi cuerpo desnudo es completamente dorado y frágil. Eso no importa mucho.
Tu figura es gigantesca y de color verde a morado. Eso no importa nada.
Somos dos seres que se aman con dos animales ávidos de amor y sexo.
Sin tapujos ni palabras. Nos encontramos pues olemos el deseo del otro, que es constante, diario, sin horario, y nos entregamos con garras y dientes. Sangrando y bufando.
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