Recorro desnuda y encendida de deseo el trecho que nos separa.
Me lanzo a tu cuerpo inmenso como una venada.
Me devoras con garras y dientes.
Mis dientes poderosos desilachan tu piel,
es intenso, desesperado el deseo.
Me tomas, meneo mi cuerpo de venado y danzamos rítmicos hasta el éxtasis
del placer cósmico.
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