Y cuando me tiendo exausta a dormir, brillando en la oscuridad,
un ejército de mariposas vela mi lecho.
Una luna inmensa sonríe cómplice, y trae los recuerdos más dulces de la ciudad mágica.
Amanezco envuelta en el aúrea dorada y solar de los mares maravillosos.
Presta, corro a ser una con las olas tibias, del Caribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario