La mujer bendecida, cuyo cuerpo irradia luces del mismo sol pasa las horas con los morenos de la playa. Extranjera ella, son ellos sus amigos. Cúanta sabiduría guarda Martha entre los dedos morenos para aliviar dolores del cuerpo y del alma misma. Ella la alienta a nadar en el mar turqueza, vadear las olas tibias, ser nueva y radiante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario