Mis labios recorren la piel rugosa, áspera de tus patas y se sorprenden con protuberancias, que son nudos de músculos, heridas de batallas antiguas, carne verde, roja delicada como si fuera a reemplazar a aquellas dolientes. Luego de besar cada llaga, tomas mi cabeza y la llevas hacia tus partes pudendas. Son enormes como intenso el placer que doy solo con soplar, oler , succionar .
Te devuelvo el gozo recibido, con verdadera intención.
Veo agitar de placer tu enorme cuerpo sin control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario