Cubro mis cicatrices para no ofender
la suceptibilidad ajena.
Nadie entendería además,
ni pretendo que comprendan
mis viajes del cielo al averno,
la caricia tierna el golpe brutal,
el dolor insondable de la traición.
He recolectado y tejí con punto crochet
aquellos espantos.
He juntado todos mis malos amores en una tira larga.
Así quedan estáticos y no molestan mis sueños.
Duermo de largo y no sé de pesadillas.
Bien atados están los malos recuerdos.
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