Aquellos seres comunes sueñan con un paraíso de dólares,
odian a la gente pobre, a los feos, a los maltrechos.
Ellos dicen que ensucian la vista panorámica de sus inmensos jardines,
malogran su exclusiva salida al océano azul.
Yo siempre supe que el mar era propiedad de los todos seres vivos,
sin distinción así como el sol , las estrellas del cielo.
Ellos no se han enterado aún.
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