A la calle uno sale desnuda y desafiante,
las heridas, cicatrices y llagas son mis armas.
Nadie se acerca demasiado o
yo los atraigo por ellas.
No pierdo el tiempo con tontos inexpertos
que hacen preguntas estúpidas.
Amo a quien contempla mis cicatrices,
y pasa su brazo por mi hombro.
Ese es de los míos, pienso
y paso con él la noche.
Y la mañana también.
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