La conciencia social no era bien vista entre la alta burguesía peruana. Ese ridículo convencionalismo hipócrita era rechazado ferozmente por María, ella que hacía lo que quería y amaba la libertad más que a cualquier cosa.
Este grupo social vivía de memorias de antepasados, sus sentimientos estaban bloqueados a cualquier tema que no fuera ropa, figuración y dinero.
María , rebelde y combativa no se dejaba influenciar por seres tan poco sensibles.
Ella estudió y terminó una carrera en una universidad privada. Qué espanto de seres. Nuevos ricos con casacas chillonas y camionetas importadas. Felizmente que un día conoció a dos personas que marcaron su vida de modo tal, que hoy rindo un homenaje a aquél compañero invidente, que no perdía palabra, Y la lectora hija de un obrero. Era muy emocionante coincidir con una chica apasionada por la lectura y por su intermedio, me acerqué por primera vez al movimiento sindical.
Está demás imaginar que la pobre amiga fue ametrallada a preguntas por la curiosa María.
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