María estaba enamorada platónicamente , una vez más.
Se había jurado, así misma, no volver a hacer amistad con nadie de las redes sociales, romper con ellas, pero allá estaba él. Mirándola desde sus fotos, . Casi sin comunicarse pero enviándose toque, como cariños o besos..
Era poeta . Bastaría eso , pero en este caso no era el tipo de poeta jovencito, vividor , tan afecta a ella . Ella lo intuía tierno, algo tristón. Ese era el elemento disparador.
El le había regalado un libro. Ella lo devoró Sintió que la sensibilidad del poeta era tan delicada que debía respetar su espacio , sus tiempos y hasta sus amores. Tener cuidado . No herirlo nunca, en fin, hacerlo feliz.
El prometía regresar. Ella lo esperaba con el alma .
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