Vistas de página en total

sábado, 19 de abril de 2014


Alicia somatizó el dolor por la pérdida de su escritor amado. Aquél que colocó en un sitio de honor a nuestros pueblos. Y mostró en sus obras a toda las generaciones , al orbe entero, la libertad, la sensualidad y la magnífica exuberancia de los latinos.
Se declaró en una especie de huelga de hambre , a punta de agua. Tendida en el lecho al lado de L.
No tenía ganas de faltarle el respeto al Maestro .
Barajó la idea de abandonar la literatura.
Odiaba cada vez más al Nobel peruano, pues era fatuo y ambicioso.
A pesar que fue él, quien le dio la orden, de una página por día, después de su pérdida, brotaba en ella un desprecio por aquél burgués de terno impecable. Letras frías y racionales como las de un arquitecto, exenta de la ternura de aquel hombre sencillo, magnífico, incomparable.

No hay comentarios: