La tormenta tornó en caos
uno a uno volaron por el aire
los sueños , mis letras .
Aún las busco por las esquinas,
los escondrijos, mis cajones.
Las emociones corrían desatadas
Era el imperio del pánico
El viento cruel azotó mis huesos
desprendió la carne de mi piel.
Doy la lucha, no entrego las armas
Tarea del día
Levantar los escombros
de mis huesos
pintar de colores
los días venideros.
El desastre no es perenne.
Son ráfagas, llamaradas ,
abismo, oscuridad.
Herida zurcidas
A combatir , continuar, escribir,
dormir , recordar el mar.
No queda otra opción.
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