Gatos techeros gritan en la madrugada su pena, su soledad.
Tú eres incapaz de derramar una lágrima,
de gemir, desesperar de dolor.
Maldita educación infantil que enseña a reprimir la lágrima.
de la tortura que sufres dia a día.
Lo sé, te observo el gesto perenne.
Sufro contigo,
lloro por ti.
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